Habla un
tal Jesús
que dice
que es rey,
algunos se ríen,
muy pocos
le creen.
Un loco
que dice
que es
hijo de un Dios,
que viene
a la tierra
para dar
amor.
Convierte
el agua en vino
multiplica
peces,
sana a
los leprosos
sus
creyentes crecen.
Su fama
conoce
el rey
terrenal,
y ve un
adversario
en el rey
celestial.
Ya sabe
Jesús
que va a
ser traicionado,
que por dar amor
será
crucificado.
Orando en
un huerto
le hacen
prisionero,
empieza
su pasión,
está
muerto de miedo.
La misma
pregunta
una y
otra vez,
está
atado de manos
¿De dónde eres rey?
Aunque
tiene dudas
vuelve a
responder,
“Mi reino
no es de este mundo”
¿Es que
no entendéis?
Le
insultan, le escupen,
le dan
latigazos,
con la
cruz a cuestas
un camino
largo.
Ya
crucificado
antes de
expirar,
le pide a
su padre
perdón
terrenal.
Hombres y
mujeres
lloran
sin consuelo,
se
oscurece el cielo
hay rayos
y truenos.
Pero al
tercer día
ha
resucitado,
por todos
los hombres
hoy es
aclamado.
(Esta preciosa poesía es de Maria Alonso Santamaría)